El negocio del biodiésel desata una ola de robos de grasa usada de restaurantes en Estados Unidos

553

En los restaurantes atendidos por Buffalo Biodiesel en el este de Nueva York, Ohio y Pensilvania, aumentaron los robos de grasa. En los últimos seis meses, Majumdar dice que tuvo que reemplazar cerca de 1.000 candados en los depósitos de los clientes. Como debe pagar por lo robado, hace dos meses Majumdar contrató a un detective privado para rastrear a los malhechores.

El premio por la travesura era más de una tonelada de grasa usada de un restaurante. Dos hombres pescados por la policía cerca del contenedor de un centro comercial en Knoxville, Tennessee, fueron vistos el 2 de marzo sacando los desechos pegajosos con un sifón y poniéndolos en barriles en su camioneta. En semanas anteriores se habían reportado 44 robos parecidos.

Robar aceite vegetal viejo que se usó para cocinar nuggets de pollo y papas fritas suena un poco asqueroso. Pero está creciendo el mercado negro para esa porquería dorada en tanto las refinerías estadounidenses procesan un récord de grasa para cumplir los mandatos de combustibles renovables del Gobierno. El año pasado, 635.000 toneladas se convirtieron en biodiesel, 1.734 toneladas métricas por día.

La mayoría de los restaurantes contratan a procesadores de desechos para deshacerse del aceite tras algunos días de uso. Pero la National Renderers Association, un grupo de la industria, dice que hasta 75 millones de dólares se extraen ilegalmente todos los años, y gran parte termina en las refinerías. Los precios del biocombustible vienen disparándose, lo que aumenta el incentivo para ladrones cada vez más audaces y astutos. Con la llegada del clima primaveral más cálido, los recolectores licenciados se preparan para más golpes.

«Es como el dinero de la venta de crack», dijo Sumit Majumdar, presidente de Buffalo Biodiesel, una empresa recolectora con sede en Tonawanda, Nueva York. «Realmente hay un mercado de aceite robado. Es casi como una casa de empeños o una empresa chatarrera».

Sin desperdicios

Aprovechar grasa vieja no es nada nuevo. El desecho se procesa desde hace más de un siglo para hacer ingredientes para todo tipo de productos, desde maquillaje y pintura hasta comida para mascotas y raciones para ganado, según la National Renderers Association, con sede en Arlington, Virginia, que representa a 51 empresas con 205 plantas en Estados Unidos y Canadá.

La diferencia es que se está convirtiendo más aceite de cocina en combustible. Ahora es el principal uso que se le da a la grasa vieja, cerca del 30% de la demanda. Una ley de energía de 2007 dicta que los coches, camiones y autobuses estadounidenses usen cada vez más biocombustible. En su mayoría es etanol hecho con maíz y usado en la gasolina, pero las refinerías también están fabricando más biodiesel. El aceite de soja es la principal materia prima, seguida por la grasa usada y el aceite de maíz.

Todo ese crecimiento de la demanda afectó los precios. La referencia para la grasa amarilla esta semana rondaba los 0,011 centavos de dólar por tonelada métrica, más del triple que en abril de 2000, muestran datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos. La materia prima llegó a tocar 0,021 centavos de dólar en 2011, cuando el crudo superaba 100 dólares por barril y el precio de la gasolina en las estaciones de servicio era de casi 1,05 dólares por litro.

El rally en biodiesel está aumentando el valor de la grasa. Desde el 17 de febrero, el combustible subió un 12% a 3 dólares el galón, a partir del 28 de abril. Es probable que haya más ganancias debido a una disputa comercial con competidores en Argentina e Indonesia, que puede limitar las importaciones de biodiesel, Craig Irwin, Un analista de Roth Capital Partners en Newport Beach, California, escribió en un informe del 17 de abril.

Eso está aumentando el incentivo para los ladrones de California a Nueva York que ya fueron capaces de hacer buen dinero vendiendo petróleo quemado.

1.000 candados

En los restaurantes atendidos por Buffalo Biodiesel en el este de Nueva York, Ohio y Pensilvania, aumentaron los robos de grasa. En los últimos seis meses, Majumdar dice que tuvo que reemplazar cerca de 1.000 candados en los depósitos de los clientes. Como debe pagar por lo robado, hace dos meses Majumdar contrató a un detective privado para rastrear a los malhechores. La empresa probablemente pierda el 20% de sus ingresos por los extractores ilegales, y Majumdar dice que publicó una recompensa de US$5.000 dólares para quien logre hacer arrestar y encarcelar a los culpables.

«La industria de la grasa es el Salvaje Oeste», dijo Mike Kostelac, presidente de Ace Grease Service, una empresa con sede en Millstadt, Illinois, que atiende restaurantes de 12 estados. El sitio web de su compañía muestra un video de una persona robando su grasa.