La cotización del bitcoin toca los 19.000 dólares y sufre dos días de vértigo con divergencias agudas

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Las oscilaciones en la cotización del bitcoin (BC) han sido caóticas el miércoles y jueves de esta semana con unas divergencias agudas entre mercados de hasta 4.000 dólares en algunos casos, mientras las plataformas luchaban por mantenerse a la par y encontraban dificultad en surtirse de moneda digital para atender las órdenes. Algunas plataformas suspendieron transitoriamente su actividad por diversos motivos entre ellos los ataques informáticos que saturaron su capacidad y derrumbaron la actividad de algunos sitios de Internet. En 40 horas la criptomoneda superó cuatro barreras de 1.000 dólares la unidad para colocarse en los 16.000 dólares tras tocar un máximo el jueves de 19.000 dólares por BC. Una parte considerable de la demanda proviene de Asia, en particular Japón y Corea del Sur. El primero es el origen actual de un 60% de la demanda de la moneda mientras que hay una corriente masiva entre los jóvenes coreanos que han entrado al mercado.
En la fuerte especulación registrada el jueves la plataforma Bithum de Corea del Sur cotizó el BC a 19.250 dólares, bastante por encimas del precio en los mercados estadounidenses. Algunos analistas señalan que la avalancha de órdenes que se registraron esta semana concentrada en dos días está directamente relacionada con el inicio en breve de dos mercados de futuros para el BC en Chicago. No hay muchos antecedentes en el mundo de una vertiginosa apreciación como esta, y ninguno de ellos constituye un ejemplo de persistencia. En situaciones similares las burbujas acabaron estallando con severas consecuencias para los inversores. De momento la inversión en BC no está apalancada y no ofrece el factor de multiplicación que puede suponer el crédito al mercado de los contratos de futuros. Los futuros que se encuentran activos son en realidad opciones sin apalancamiento que no entrañan un serio riesgo.

La escalada no ha mostrado ninguna sensibilidad a noticias adversas como el robo de cerca de 70 millones de dólares en bitcoin de la plataforma generadora NiceHash que obligó a la empresa a paralizar sus operaciones durante 24 horas. La empresa con sede en Eslovenia comunicó a los inversores que su sistema había resultado “comprometido” y que se había puesto en contacto con las autoridades. Bitfinex, una de las grandes plataformas para la contratación de BC dijo haber sido víctima de sistemáticos ataques informáticos esta semana que tenían por objetivo saturar la capacidad de respuesta del sitio web lo cual se ha reflejado en deficiencias de servicio.

La plataforma británica IG Group especializada en contratos por la diferencia (CFD) y el mayor operador de este tipo de cobertura para el BC en Reino Unido dijo haber suspendido de forma intermitente los contratos de derivados sobre el BC por el riesgo de mantener la criptomoneda. Esta plataforma ya había mostrado ese patrón de conducta la semana pasada con las alzas agudas del BC. Las diferencias de precios en distintas plataformas han sido atribuidas a la ausencia “de un gran mercado centralizado para todos los inversores” que permita una cotización más uniforme. Pero la realidad es que de momento las divergencias de precios han permitido a los operadores más avezados dedicarse esta semana a operaciones de bajo riesgo mediante el arbitraje entre mercados. Comprar en uno para vender en otro a mejor precio y hacer una diferencia que en algunos casos el jueves alcanzó hasta los 4.000 dólares.

La escalada del precio del BC ha tenido un fuerte efecto de atracción para inversores individuales. No es para menos. Las noticias sobre el éxito de los que entraron a tiempo y se “compraron la casa” menudean y el asunto ya no es cosa de enterados, circula por el ámbito familiar. Todavía hay no obstante quien piensa que no se trata de una burbuja.

“Esto es la especulación en acto, de cuerpo presente. El problema es que la burbuja puede estallar a 20.000 dólares por BC o a 100.000. Y mientras tanto arrastrará cada vez a más inversores. Es difícil no creer que estamos ante una burbuja”, afirma un operador del mercado que se deshizo de su empresa de “minería” de BC en Madrid. De acuerdo con esta fuente en la actualidad el coste de una transacción de bitcoin medido por la factura eléctrica es del orden de los 200 Kilovatios hora y una buena parte de la oferta del mercado son los BC que los “mineros” se ven obligados a vender para pagar la factura de energía.

Uno de los lados flacos de esta criptomoneda es que se ha convertido en un medio de atesorar y pocos salen al mercado a vender, con lo cual la posibilidad de que se use como medio de pago es cada vez más exigua. La lentitud que supone procesar cada transacción, y su coste en energía, hace impracticable por otro lado su uso como medio de pago. Los intentos de acelerar los procesos han chocado con el rechazo de una parte de la comunidad de desarrolladores de software y de “mineros” y han dado origen a una bifurcación del software que no prosperó y al origen del competidor Bitcoin Cash. Han surgido además nuevos obstáculos, ya que los pagos en BC antes sin comisiones ahora cuestan entre 3 y 6 dólares por transacción lo que se añade al cúmulo de hechos que desalientan utilizar la criptomoneda como medio de pago. De momento ésta se ha asentado como depósito de valor. La pregunta que algunos economistas se han comenzado a hacer es si detrás de esta burbuja no existe una inmensa desconfianza hacia las monedas de los bancos centrales y su valor real a la luz de las masivas operaciones de inyección de liquidez desarrolladas a escala internacional en un intento de reactivar la economía mundial.

Si este fuese el caso en algún momento veríamos a los bancos centrales llegar a algún acuerdo para la regulación del bitcoin por constituir una amenaza a las monedas reguladas por los estados y por los organismos supranacionales como el Banco Central Europeo (BCE).