Condena condicional de tres años por estafas con motos robadas

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a jueza del Tribunal de Juicio, Marina Barbagelata, adelantó ayer que hará lugar al acuerdo de juicio abreviado que presentaron, la fiscal Laura Cattaneo y el defensor del imputado Orlando Daniel Lenardón, Hugo Gemelli.

Al acusado se le imputaron diez hechos ocurridos en 2011, en los que estafó a víctimas de robos de motos.

Según reconoció ayer, Lenardón se hacía pasar como investigador privado, que tenía gente en los barrios que le pasaba datos de motos robadas, por lo que podía contactar a los ladrones para acordar un rescate, aunque nunca aseguraba el resultado.

Para Fiscalía, el hombre estaba en connivencia con los ladrones y sabía de antemano los datos de los rodados siniestrados y el lugar de donde fueron robados.

En el acuerdo se destacó que una importante tarea investigativa permitió acumular un voluminoso registro de escuchas y mensajes de texto que exhibieron la relación entre Lenardon y los ladrones.

Así, la fiscal leyó al menos una decena de mensajes que daba cuenta de que el imputado recibía la noticia del robo de una moto casi en tiempo real.

Lenardón, que en ciertos ámbitos era conocido con el apodo o alias “Rambo” cobraba entre 300 y 350 pesos por adelantado “para mover a su gente” en procura de datos de las motos robadas.

En el allanamiento que se realizó en la casa de Lenardon, en Pucará y Falconier, se secuestraron tarjetas de presentación con la leyenda Scorpio. Agencia de Investigaciones Privadas, y el número de celular del acusado.

Este dato fue complementado con una situación en la que testigos refirieron que tras el robo de una moto de un edificio ubicado en calle Santa Cruz y Rosario del Tala, Lenardón se presentó horas más tarde preguntando por el robo y dejando en un almacén una tarjeta con aquella información, para que lo contactaran.

Lenardón reconoció su responsabilidad en cuatro hechos por Hurto calificado, cuatro Hurtos simples, dos Robos calificados, un Robo simple, todos como partícipe o cómplice secundario, puesto que no tomaba intervención en los hurtos o robos, en concurso real con el delito de Estafa consumada en ocho hechos, y un hecho por Coacciones.

En dos casos, por el delito de Robo simple y Estafa en grado de tentativa, Fiscalía instó su sobreseimiento porque no hubo pruebas de su participación y porque las víctimas del robo de sus motos aseguraron que no se contactaron con Lenardón.

El imputado también reconoció su responsabilidad en los delitos de Tenencia de arma de guerra y Receptación sospechosa de bienes.

El primero fue como consecuencia del allanamiento en su casa, cuando se halló un arma de fabricación casera, tipo lapicera.

Lenardón dijo que era un “souvenir” que tenía de su paso por la Escuela Militar. También se le atribuyó tener una bicicleta robada, cuyo legítimo propietario lo vio trasladándose con el rodado.