Los empresarios están cansados de tener las manos atadas frente al gran volumen de bajas laborales fraudulentas que se producen en España. Esto no significa que todas las bajas sean fingidas, ni mucho menos, pero sí que un alto porcentaje lo es, y cada año este número aumenta, generando un problema real para las empresas y un agujero en las arcas de la Seguridad Social que se paga entre todos. Se deja claro que en este artículo no se habla de las personas que, de manera legítima, sufren una incapacidad temporal real y necesitan solicitar la baja laboral. Ellas no son el problema, al contrario, se merecen esa baja y deben tomarla. De hecho, hay muchos trabajadores que, a pesar de necesitarla, no la toman por compromiso con la empresa o porque no consideran necesario pedirla, aunque sí lo sea.
Las principales razones para solicitar una baja fraudulenta son variadas. Desde usarla como venganza contra el empresario por alguna supuesta injusticia (“ahora me cojo la baja y te fastidio” por decirlo de manera elegante), hasta simplemente querer quedarse en casa jugando a la PlayStation mientras se sigue cobrando, o porque están trabajando en otro lugar de forma clandestina, cobrando de aquí, de allá y de más allá. Esta última es muy común y es de las que más duele.
Este tipo de conductas produce un perjuicio económico enorme en las empresas, generando deslealtad hacia el empleador y los compañeros, quienes muchas veces se ven obligados a doblar turnos o asumir funciones para las que no están completamente preparados, todo ello ante la imposibilidad de contratar a otra persona debido a los costos que implica.
Se sabe que este contenido será polémico, pero es necesario que alguien alce la voz por esos pequeños empresarios y autónomos que luchan cada día por sacar adelante sus negocios, dando de comer a familias, incluso a costa de su propio sueldo, sin encontrar soluciones viables.
Como detective privado, esta situación es el pan de cada día. Cada jornada recibo llamadas de personas al borde de la quiebra, con su economía gravemente afectada, incapaces de hacer frente al costo y a la problemática que supone tener a un trabajador en una baja fingida.
Los Detectives Privados aportan pruebas sólidas para demostrar cuando una baja es fraudulenta. Si una persona está trabajando en negro, si está realizando actividades incompatibles con la causa de su baja laboral… en la mayoría de los casos se detectan estas conductas y ayudan al empresario a tomar las medidas disciplinarias correspondientes. Los detectives privados están regulados por la Ley 05/2014 de Seguridad Privada y habilitados por el Ministerio del Interior.