Trabajar de detective privado en la Argentina

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Todos saben cómo trabajan un médico, una abogada o un psicólogo. Pero pocos conocen cómo es un día en la vida de un detective privado. Es la profesión que es el misterio en sí misma, casi mitológica. Existen, son unos 15 que manejan agencias en todo el país (al menos públicamente) y cobran desde $2000 por hora para seguir a una persona.

Las tareas que realizan incluyen averiguar infidelidades, paraderos de personas y, más recientemente, actividades de hijos adolescentes, como para asegurarse de que no tengan «malas influencias».

La ley 12.297, sancionada en los 90, regula la actividad en la provincia de Buenos Aires. La tarea que pueden realizar los detectives privados es la «obtención de evidencias en cuestiones civiles o para incriminar o desincriminar a una persona». En la ciudad de Buenos Aires, su actividad no está prohibida ni regulada.