Tres estafadores detenidos y desarticulado un grupo criminal en Valdepeñas

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Agentes de Policía Nacional han detenido en Valdepeñas (Ciudad Real) a tres varones como presuntos autores de un delito de estafa mediante el timo de ‘los billetes tintados’ y ha desarticulado un grupo criminal altamente especializado que actuaba a nivel nacional e internacional.

La investigación se inició a finales del mes de julio cuando un ciudadano informó en la Comisaría de Valdepeñas que un grupo de individuos había contactado con él y le había propuesto un extraño «negocio», que podría encubrir una estafa, con consistía en la compra de grandes cantidades de efectivo en billetes teñidos y las sustancias para revelarlos, ha informado la Comisaría provincial en nota de prensa.

Con los datos aportados por la víctima se realizaron las primeras pesquisas para conocer la identidad de los estafadores, que resultaron muy laboriosas porque utilizaban identidades falsas, cambiaban de teléfono semanalmente y establecían fuertes medidas de seguridad para evitar ser detectados e identificados.

En la fase final de la investigación, el pasado día 11, se estableció un dispositivo que culminó con la detención en Valdepeñas de los tres varones que formaban el grupo criminal e incautaron numerosos billetes tintados falsos de 20, 50, 100 y 500 euros, teléfonos móviles, tarjetas SIM, 520 euros en efectivo y documentación falsa.

Los detenidos seleccionaban a sus víctimas a través de anuncios de carácter o contenido económico o empresarial publicados en Internet, contactaban con los anunciantes y se mostraban interesados por su negocio o proyecto.

Cuando lograban contactar con las víctimas les decían que en su país de origen disponían de dinero en efectivo de distinta procedencia que tuvo que ser «tintado» para evitar que las autoridades del país pudieran embargarlo en controles fronterizos, pero que esa impregnación se podría eliminar con betadine y agua, como demostraban ante los mismos.

De este modo convencían a las víctimas de que podrían disponer de elevadas sumas de dinero, que doblarían o triplicarían la cantidad que el interesado debería pagar por ellas, para lo que establecían contactos y demostraciones, llegando incluso a facilitarles moneda legítima cuya validez podían comprobar en entidades bancarias.

Una vez aceptaban la operación y obtenían ‘los billetes tintados’, las víctimas comprobaban que no eran más que copias de billetes auténticos en folios de color, entre los que habían insertado algún billete de curso legal para evitar que se percataran del engaño.