La empresa de la cafetería del CHUS admite que puso la cámara y alega que no recogía voz

La firma contrató un detective privado y la CIG lo considera inaceptable.

536

La empresa que gestiona las cafeterías del CHUS admite que contrató a un detective privado que instaló una microcámara oculta en un falso techo. De hecho en el informe que presentó a los miembros del comité de empresa incluyó una fotografía de la parte de la sala de descanso que enfocaba, una esquina en la que se ubica una mesa y varias sillas.

El detective niega que se grabase audio, aunque admite que la cámara sí lleva instalado un micrófono elemental.

Para la CIG los hechos son aún más graves de lo que pensaban, ya que siguen sin saber si hay más cámaras ocultas y para qué se utilizan las grabaciones. Además, consideran inaceptable que el gerente de la cafetería no supiese que había una cámara, como así reconoció el responsable, ni la gerencia del CHUS, y dudan que solo el detective supiese de su existencia.