Montevideo, 1 de julio.- Uruguay se convertirá desde la primera quincena de julio en el primer país del mundo en el que el Estado se encarga de controlar el cultivo empaquetado y venta legal en las farmacias de la marihuana. Un proceso que todos los demás países a su alrededor prohíben y combaten, pero esta pequeña nación de tres millones de habitantes ya está lista para implementar.
En un artículo del diario El País, se considera “único en el mundo esta experiencia piloto”. La legislación es muy clara, solo los uruguayos pueden cultivar en sus casa o podrán adquirirla en 30 farmacias oficiales. El precio, a 1.30 dólares (1.13 euros) el gramo. Mucho más barata y mejor que en el mercado negro. Los que ya están registrados solo pondrán su dedo en un dispositivo especial en la farmacia, que comprueba si no han rebasado el límite legal (10 gramos por semana). Así se pretende conservar el anonimato de los consumidores (pues el farmacéutico no tiene acceso al nombre), además de controlar el consumo y a los extranjeros.
Uruguay es una potencia turística, pero el gobierno quiere que los turistas vengan por las playas, no por la droga, afirma el diario español. “Esta experiencia piloto es única en el mundo, pues aunque hay otros países donde se vende legalmente, pero en ninguno es el Estado el que controla todo el proceso, incluido el diseño genético de las plantas, que compró a una empresa española, está pensada para sacar del mercado ilegal a los 160,000 uruguayos que en algún momento del año fuman marihuana y para quitarles a los narcos un negocio de 30 millones de dólares que provoca violencia e incluso muerte en un país poco acostumbrado a la inseguridad que azota Latinoamérica”.
Fue el ahora expresidente José Mujica quien inició en 2012 el proceso que culmina ahora para cambiar por completo la política de drogas y legalizar la marihuana. Cinco años después, la cosecha que ha crecido en invernaderos protegidos por el Ejército para evitar robos está lista y empaquetada y las farmacias preparadas para venderla en un máximo de dos semanas.
Ante el temor de algunos, el diario asegura que “las farmacias han instalado un botón del pánico para llamar a la policía. Pero los expertos coinciden: todo será tranquilo, a la uruguaya. Tampoco pasó nada cuando se autorizó el autocultivo”, dice el reporte.
Los clubes cannábicos tampoco han generado problemas. “Cobran más de 100 dólares mensuales de cuota a cambio de los 40 gramos permitidos, 480 anuales”.
Así, en Uruguay empieza a haber marihuana de alta calidad por todas partes. Se fuma en los parques sobre el Río de la Plata, en las terrazas de los restaurantes, se ha normalizado por completo. Despacio, sin prisa, el país está mostrando al mundo las consecuencias de aplicar otra política frente a las drogas, al menos las blandas.
“Empezaremos en la primera quincena de julio”, confirmó a El País, Diego Olivera, secretario general de la Junta Nacional de Drogas, del Gobierno. “La droga tiene un desarrollo genético exclusivo para tranquilizar a nuestros vecinos. Si se encontrara droga de Uruguay en cualquier otro país se sabría enseguida, es inconfundible. Pero creemos que no va a pasar, está muy controlada la cantidad que se puede comprar. Hemos establecido estándares de seguridad similares a los del sistema financiero. Nos están consultando de muchos países, por ejemplo Canadá. El prohibicionismo no logró sus objetivos, muchos gobernantes están buscando alternativas”, explica.
(Con información de El País)
