Dallas — Autoridades informaron el miércoles que dos cazarecompensas y el fugitivo de Minnesota que estaban siguiendo se mataron a tiros entre ellos en una refriega que hizo que clientes y empleados de una agencia de autos corrieran a cubrirse.
Los dos hombres habían perseguido a Ramón Michael Hutchinson de 49 años hasta una agencia de autos Nissan en Greenville, a unas 50 millas (80 kilómetros) al noreste de Dallas, el martes. Stew Peters, un investigador de la compañía privada de Minnesota, U.S. Fugitive Recovery and Extradition, dijo que Hutchinson había estado prófugo desde marzo, cuando no se presentó a una audiencia en la corte en el condado de Hennepin, el cual incluye a la ciudad de Minneapolis.
Hutchinson, quien según en los archivos de la corte aparecía como habitante de St. Paul Minnesota, enfrentaba varios cargos, incluyendo uno por agredir a un oficial de la Policía.
No se sabe por qué razón Hutchinson se dirigió a Texas, pero Peters dijo haber recibido una llamada el martes de parte de Fidel García Jr. un investigador privado de Corpus Christi, Texas, para decir que él, y su colega, Gabriel Bernal, habían seguido a Hutchinson hasta la agencia de autos, donde una mujer, en contubernio con el fugitivo, tenía su auto.
Tras una espera de varias horas, Hutchinson apareció, los dos cazarecompensas lo abordaron el martes por la tarde. García y Bernal sacaron sus armas y Hutchinson respondió sacando su propia pistola, la cual dejó caer, de acuerdo con un comunicado de parte de Kathy Lucas, vocera del municipio de Greenville. Los hombres se enfrascaron en una lucha mientras Hutchinson recuperaba su arma y comenzaba a disparar. Los otros dos dispararon también. Lucas dijo que hubo alrededor de 20 disparos en el transcurso de seis segundos. Los clientes y empleados corrieron para cubrirse.
“García creía que el acusado en algún momento acudiría a la agencia de autos”, dijo Peters. “Desafortunadamente Hutchinson estaba preparado para un enfrentamiento a tiros”.
Hutchinson y los dos investigadores murieron en el lugar de los hechos. Nadie más resultó herido.
El propietario de la agencia, Rick Ford, dijo a la Associated Press por correo electrónico el miércoles que los dos hombres llamaron al local horas antes y se identificaron como agentes federales. Posteriormente llegaron al lugar y se presentaron con la recepcionista y el gerente general de la misma manera, dijo Ford.
Peters dijo que él no conocía a Bernal, de 33 años, pero había sido amigo de García por alrededor de una década y dijo que no creía que él se hiciera pasar por un agente federal.
“Siempre realizó su investigaciones con integridad”, dijo Peters, agregando que García comúnmente portaba dispositivos de audio y video mientras trabajaba. No se sabe si llevaba con él tales dispositivos el martes.
García, de 54 años, formaba parte del consejo de la Asociación de Investigadores Certificados de Texas, y otro miembro del consejo, Bradley Smith, lo describió como un “gentil gigante”.
“Era un hombre de gran tamaño y con un enorme corazón”, dijo Smith.
El tiroteo del martes fue el segundo que se suscita en el transcurso de un mes en Estados Unidos, casos en los que la violencia se ha desencadenado cuando grupos privados intentan aprehender a fugitivos.
Las autoridades en Tennessee dicen que siete individuos que fueron descritos como caza recompensas balearon a cuatro personas en un auto el 23 de abril en Clarksville, matando a un hombre e hiriendo a otro. Al parecer el grupo había puesto en la mira al vehículo equivocado, y los siete fueron acusados por cargos de asesinato en primer grado. Ninguno de los hombres en el auto era un fugitivo buscado por la ley ni tenía cargos pendientes.
