Cae el responsable de la infraestructura de la red en Italia para alojar a sus víctimas antes de trasladarlas a nuestro país

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Cae el responsable de la infraestructura de la red en Italia para alojar a sus víctimas antes de trasladarlas a nuestro país

Agentes de la Policía Nacional, coordinados con los cuerpos policiales de Marruecos, Austria e Italia, y apoyados por la red de consejeros, agregados y oficiales de enlace españoles en dichos países, han detenido en Italia al responsable de la infraestructura con que contaba en ese país una organización dedicada a la trata con fines de explotación sexual para alojar a sus víctimas antes de su traslado definitivo a España. Esta actuación forma parte de una operación contra una de las importantes organizaciones criminales especializadas en el tráfico y trata de seres humanos, desarticulada el pasado mes de febrero, que controlaba casi por completo la ruta migratoria marítima entre el norte de Marruecos y la Península Ibérica, gestionando la mayoría de las pateras que han llegado a nuestro país atravesando el Estrecho de Gibraltar desde el año 2008.
El arrestado se encargaba de establecer una base sólida y estable para alojar a las mujeres captadas en sus países de origen. Una vez las víctimas llegaban a Italia se alojaban en campos de refugiados, de donde el arrestado las sacaba y alojaba en la red de pisos que disponía para gestionar su rápido traslado a nuestro país. Posteriormente viajaba con ellas y las entregaba a los tratantes personalmente para comenzar a amortizar el dinero invertido en el desplazamiento lo antes posible.
Explotación en Torrevieja
Las indagaciones, que comenzaron en el verano de 2015 y desde entonces se han desarrollado tres fases. La primera de ellas comenzó con la detección en Ceuta de una menor de 16 años víctima de trata de seres humanos. La liberación de la menor y las gestiones posteriores practicadas llevaron a los agentes hasta una organización criminal de origen nigeriano, especializada en la explotación sexual de mujeres, también de origen nigeriano asentada en Torrevieja (Alicante).
Tras reunir indicios suficientes, en febrero de 2016 se procedió a la detención de siete de los miembros de la organización, entre ellos dos mujeres, responsables directas de la explotación de 39 mujeres, que sometían continuamente a rituales de vudú en los que las aleccionaban para que no denunciaran su situación a la policía bajo amenazas de muerte.
Monopolio del tráfico de seres humanos en patera en el Estrecho desde 2008
En la segunda fase de la operación, y gracias a la colaboración de las autoridades marroquíes, los agentes españoles identificaron a tres de los más importantes traficantes de personas, que controlaban la ruta migratoria marítima entre el norte de Marruecos y la Península Ibérica, todos ellos de nacionalidad nigeriana y responsables de la práctica totalidad de pateras que cruzaron el Estrecho de Gibraltar desde el año 2008.
Uno de ellos gozaba de gran consideración entre la comunidad nigeriana asentada en Marruecos, ya que era el único con suficiente poder adquisitivo como para costear las embarcaciones tipo patera y los motores, en los que habrían cruzado el estrecho de Gibraltar miles de inmigrantes sin las mínimas medidas de seguridad. Contaba con escolta privada y cuando llegaba a lugares frecuentados por compatriotas – restaurantes o la Iglesia-, todos los allí presentes se ponían de pie en señal de respeto.
Otro de los detenidos, también pieza clave dentro de la organización, estaba asentado en Tánger y se encargaba de ir a buscar a las víctimas a Nigeria y trasladarlas personalmente hasta Marruecos. Se caracterizaba por agredir tanto física como sexualmente a las víctimas durante los trayectos, así como en Tánger, donde las alojaba hasta recibir las indicaciones el anterior para embarcarlas en una patera rumbo a España. Por último, el tercero de los arrestados era el encargado de desviar la ruta migratoria hacia Libia con el fin de abaratar los costes y aprovechar los flujos migratorios que actualmente tiene lugar en esa zona. Trasladaba a las víctimas desde Nigeria hasta Libia para que desde allí, entraran en el Espacio Schengen a través de Italia. Durante los trayectos, alojaba a las víctimas obligándolas a ejercer la prostitución, si eran mayores de edad o la mendicidad si eran menores.