Los forenses piden que la médica Noelia de Mingo quede ya en libertad

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La médica Noelia de Mingo, de 45 años, que mató a tres personas y dejó malheridas a otras cinco en la clínica de La Concepción el 3 de abril de 2003, puede quedar en libertad en los próximos días. Los forenses que la atienden en el centro psiquiátrico penitenciario de Alicante han remitido un detallado informe al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, en el que aseguran que la paciente ha superado la esquizofrenia paranoide que sufría. Su madre y un facultativo del centro médico de la localidad en la que viven serán los encargados de controlarla. La decisión final depende ahora de la Audiencia Provincial de Madrid.
El asesinato múltiple fue cometido a las 14.25 del 3 de abril de 2003 en la unidad de Reumatología de La Concepción, donde De Mingo cursaba el tercer curso del MIR. A esa hora, la mujer, que se hallaba bajo los efectos de un brote psicótico, sacó un cuchillo de grandes dimensiones que había comprado y la emprendió contra todos los que estaban en la tercera planta del edificio. La primera víctima mortal fue su compañera Leila El Ouamari, una médica residente de 27 años. Tras cruzar una puerta de madera, se dirigió hacia Jacinta Gómez de la Llave, de 77 años, que hablaba con su hijo por teléfono y murió casi en el acto. Uno tras otro, fue atacando a todos los que se cruzaron en su camino.
Gracias a un celador, pudo ser reducida, tras momentos de auténtico terror. El trabajador empuñó un palo metálico de los que se utilizan para sujetar las bolsas de sueros, con él la arrinconó contra una pared. Al verse rodeada, se rindió. Tenía todas las ropas y las manos ensangrentadas.
De Mingo fue ingresada de inmediato en la unidad de Psiquiatría del propio centro médico. Uno de los heridos que se hallaban en estado critico, Félix Vallés Arroyo, de 77 años y esposo de una paciente murió dos días después.
La sección 16ª de la Audiencia Provincial de Madrid ordenó el 7 de junio de 2006 que la médica De Mingo fuera internada en un centro psiquiátrico penitenciario durante un máximo de 25 años. La exculpó de todos los cargos al aplicarle la eximente completa de enajenación mental. La clínica, como responsable civil subsidiario, fue condenada a pagar 1,4 millones en indemnizaciones a las víctimas y a sus familiares. Estos y la Asociación El Defensor del Paciente (Adepa) fueron representados por el abogado Carlos Sardinero.
Los psiquiátras y forenses del centro la han ido evaluando en estos 11 años y han notado una evolución en la esquizofrenia paranoide que padece. A raíz de la medicación que la han ido suministrando, la enfermedad se encuentra “en remisión completa”, según varios informes. Los facultativos han comprobado que la médica tiene una gran capacidad para analizar y comprender su situación, además del problema psiquiátrico que sufre. Los especialistas mantienen en sus escritos que De Mingo comprende la gravedad de la enfermedad y que esta no le causa ningún problema en caso de que se tome los medicamentos prescritos.
La madre de la interna ha firmado un documento en el que se compromete a acogerla y cuidar de su medicación, además de estar en contacto permanente con el centro de salud mental de su zona para que controle y evalúe a su hija de manera periódica. Esto ya ha ocurrido en los tres permisos de los que ya ha disfrutado.
Todos los informes psiquiátricos, forenses y de enfermería se han unificado en el documento semestral que remite el hospital penitenciario al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 2 de la Comunidad Valenciana, con sede en Alicante. También ha informado de manera favorable el fiscal respecto a la solicitud de la dirección del centro de que De Mingo pase de su actual internamiento al de tratamiento ambulatorio en el domicilio de su madre. Eso sí, lo condiciona a “se mantengan las condiciones en que se han realizado las salidas y los permisos”. “La propuesta de tratamiento ambulatorio debe ir acompañada de la medida de custodia familiar, en la persona de su madre, garantizándose así un doble control médico y familiar, con dación periódica del seguimiento a la autoridad judicial”, afirma el fiscal.
Todo el expediente ha sido remitido por el juzgado de Alicante al órgano sentenciador, la sección 16ª de la Audiencia Provincial de Madrid. Estos magistrados son los que deben decidir si aceptan la propuesta o no y en qué términos lo hacen.
EL NOVIO DE UNA FALLECIDA PIDE MÁS INFORMES
Fernando Alberca, el novio de la doctora Leila El Ouamaari, asesinada por la médica Noelia de Mingo el 3 de abril de 2003, pedirá nuevos informes de la paciente. En concreto, va a solicitar que De Mingo sea explorada por los facultativos de la clínica médico forense de Madrid, que son los primeros que la atendieron tras los crímenes. “Ellos son los que propusieron la medida del internamiento y son los que pueden ver si realmente ha evolucionado de forma favorable”, afirma Alberca. “Le hicieron incluso escáneres y comprobaron que tenían lesiones cerebrales. ¿Eso se puede curar con el tiempo?”, se pregunta.
El novio de El Ouamaari duda de la pericia de los médicos del centro psiquiátrico penitenciario de Fontcalent (Alicante): “La han estudiado en un microclima de tranquilidad, donde está controlada y tomando la medicación pautada. Fuera de ahí, no sabemos cómo va a actuar ante una situación de estrés”. Alberca también duda de la responsabilidad asumida por la familia y el médico del centro de salud: “Ya fallaron durante los dos años antes de que se produjera el ataque. Este no fue inopinado y ya tuvo antes brotes continuos”.

 fuente y publicado: elpais.es