Tendrá que ingresar en prisión, por muy obeso que esté. Tener más kilos de los establecidos no libra de ingresar en prisión. Es lo que se refleja en un auto de la Audiencia Provincial de Cáceres.
Un condenado por falsificar documentos públicos ha pedido que se suspenda la orden de ingresar en prisión alegando enfermedad. Su abogado ha entregado en la Audiencia Provincial informes médicos en los que se indica que tiene obesidad mórbida, además de cardiopatías y diabetes mellitus. Considera que son motivos suficientemente fundados como para evitar su paso por prisisón.
Remarca la Audiencia que no está ante un enfermo terminal, y tampoco tiene enfermedades que suprima su peligrosidad criminal. Dice que basta cotejar las fechas de los informes médicos aportados con las fechas de los delitos cometidos, «para concluir que tales padecimientos no impidieron al recurrente cometer los delitos que constan en su hoja histórico penal».
Los padecimientos, dice el auto, no impidieron al condenado cometerlos delitos penales
Por otra parte, también insiste la Audiencia que el delito por el que ahora entrará en prisión lo cometió en torno al mes de julio de 2017, cuando se le había suspendido la pena de ingresar en la cárcel por otro delito que había cometido, por el que había sido condenado en una sentencia impuesta el 24 de abril de 2014.
La Sala dice que esto indica claramente, «el nulo efecto que tiene en él la institución de la suspensión como medio de evitar la comisión de nuevos delitos».