Las empresas zombis del conjunto de la economía europea dificultan el saneamiento de la banca El fenómeno es especialmente significativo en las economías del sur de Europa

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Carlos Schwartz
Las empresas que arrastran una gran carga de deuda y cuyos beneficios apenas dan para mantener a raya los intereses de los créditos que las lastran suponen un serio problema para el sistema financiero del sur de Europa pero del que no están exentos otros como Alemania de acuerdo con fuentes de los bancos centrales de la zona del euro. Es un problema que afecta de forma directa a España. Las grandes empresas en situación de fuerte endeudamiento cuyos balances empeoraron significativamente con la extensión de la crisis internacional a los mercados emergentes de los que obtenían ingresos con los que capeaban la caída de su facturación en España en el momento álgido de la crisis financiera internacional “son un problema considerable”, de acuerdo con una fuente de medios financieros. La fuente señala que estas empresas zombies apenas ganan para pagar los intereses de su deuda aun con tipos de interés a niveles sin precedentes, lo cual “supone que cuando los tipos de interés suban si las perspectivas de esas empresas no mejoran, van a ir a la quiebra”. En los últimos años se han producido crisis significativas en el tejido empresarial español como las de Pescanova. Abengoa o Isolux Corsan “que aunque esperadas en los círculos financieros, dentro y fuera de España, han supuesto un problema para los bancos acreedores por el nivel de dotaciones de sus créditos y la fórmula de capitalización de deuda que se adoptó”.
Las advertencias sobre la reducción en los beneficios esperados por parte de una empresa como Técnicas Reunidas ha recibido un castigo de los inversores en bolsa en línea con estos temores. La salida parcial esta semana de su capital del fondo soberano de Noruega no ha hecho más que alimentar la incertidumbre. Para complicar más la situación los fondos de rapiña que surcan el cielo a la búsqueda de víctimas oportunas se han dedicado a comprar deuda con grandes descuentos de las empresas en crisis y presentan batalla en los juzgados para cobrar el nominal cada vez que hay un quebranto que llega a la esfera judicial.

“El problema de fondo para la banca con créditos en esas empresas es que la supervivencia agónica impide eliminar los créditos de la carteras pero al mismo tiempo implica que las entidades de crédito se ahorran los costes de dar de baja esas operaciones manteniendo sus beneficios en niveles artificiales en algunos casos”, señala una fuente de una consultoría bancaria internacional.

Algunas de las empresas zombis en el mercado están en manos de fondos de inversión que esperaban tener éxito en su relanzamiento y de momento han fracasado en sectores como la confección y la moda en donde la competencia interna se ha exacerbado como el caso de Cortefiel. El problema desde luego no afecta solo a España. La tradicional firma de moda italiana Stefanel que fue un éxito arrasador desde los años de 1960 ha entrado en crisis por la competencia de empresas de moda como la española Zara y por la fuerte caída del consumo tras la crisis financiera internacional de 2008. Durante los últimos 9 años Stefanel ha sufrido pérdidas y reestructuró su deuda al menos seis veces en ese periodo de tiempo. Las empresas en situaciones de este tipo, mantenidas a fuerza de aportes de sus socios y endeudamiento son legión. En su último informe anual el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) señala que: “Especialmente preocupante es el alto porcentaje de empresas incapaces de pagar los intereses de su deuda con sus beneficios -”empresas
zombie”- pese a los tipos de interés en niveles históricamente bajos. Esto plantea obstáculos considerables a la asignación de recursos a prestatarios más productivos”.

De acuerdo con el banco de bancos con sede en Basilea el porcentaje de empresas zombis en España, Alemania, Francia e Italia representan un 10% del total comparado con el 5,5% en 2007. En España e Italia este porcentaje se ha triplicado desde el 2007 de acuerdo con estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE). En Italia las empresas zombis daban empleo al 10% de los trabajadores del país y han requerido el 20% del capital invertido en el 2013 el último año con datos disponibles sobre esta evolución. Algunas fuentes de medios financieros señalan que esta situación es en cierta medida un subproducto no deseado de la liquidez inyectada al sistema por el Banco Central Europeo (BCE) para sostener la actividad económica de las empresas en un contexto de crisis internacional.

La política de mano abierta del banco central ha permitido el saneamiento de la banca europea en los momentos más críticos y ha supuesto la circulación del crédito entre bancos y empresas, pero también ha implicado que haya financiación disponible para las empresas zombie a tipos de interés del 2% afirman algunas fuentes que consideran necesario que el grifo se cierre y que las empresas zombie salgan del mercado porque son un lastre para las estructuras productivas más eficientes. En Italia la producción de cemento llegó a su máximo de 43 millones de toneladas en 2007 y desde entonces ha caído un 60%.

El número de empresas del sector mientras tanto a finales del año pasado era de 24 comparado con 29 en 2007. Lo cual quiere decir que el sector virtualmente no se ha consolidado tras la crisis en contra de lo que era de esperar. De acuerdo con fuentes del sector cementero esta situación es resultado de la financiación barata y la política de los bancos dispuestos a reestructurar deuda antes que anotar pérdidas aunque de esta forma engorden el problema.

La naviera alemana Norddeutsche Vermoegen Holding GMBH sufrió pérdidas de 1.100 millones de dólares entre el 2010 y el 2015. Su deuda se cuadruplicó hasta los 2.000 millones de dólares entre 2007 y 2010. La empresa se debate en un mercado en el cual hay un inmenso exceso de capacidad entre otras cosas porque el dinero a coste ínfimo y la caída de los precios en los astilleros ha llevado al sector naviero a la construcción de barcos más eficientes con una gran capacidad de carga que han hundido las tarifas del transporte marítimo. En 2016 la naviera obtuvo financiación por importe de 500 millones de euros del HSH Nordbank. Mientras tanto el banco, el mayor prestamista al sector naviero del mundo, tuvo que se rescatado por el estado. Este es el círculo poco virtuoso entre empresas zombie y banca. Entre otras cosas el problema de las empresas zombi pone al descubierto la debilidad de la recuperación económica europea y el gran riesgo que sigue sobrevolando a la banca en el viejo continente.