El Tribunal Supremo impide a un cacereño llamarse Viturro

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Un cacereño ha llegado hasta el Tribunal Supremo para intentar cambiar su nombre por el de ‘Viturro’ y no lo ha logrado. La razón: que Viturro es más apellido que nombre.

Este ciudadano lleva más de 40 años usando el apodo de Viturro, más que el que le pusieron en la pila del bautismo, y como Viturro le conocen sus allegados. Por eso pidió cambiar su nombre hace más de tres años, pero el 4 de septiembre de 2014 la Dirección General de los Registros y del Notariado dijo que no podía permitirse la modificación.

Él presentó entonces una demanda de oposición a esa resolución, por lo que se celebró un juicio en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Cáceres, interviniendo el Ministerio Fiscal y el Abogado del Estado. El 22 de marzo de 2016, el tribunal emitió una sentencia en la que también le negaba la posibilidad de llamarse Viturro.

Recurrió esta decisión a la sección primera de la Audiencia Provincial de Cáceres, que mantuvo la negativa, y volvió a recurrir, llegando esta vez al Tribunal Supremo, cuya Sala de loCivil acaba de indicar que no puede ponerse oficialmente ese nombre.

El Tribunal Supremo señala que ya la Audiencia Provincial de Cáceres le dijo al recurrente, que no es nombre sino apellido, que se encuentra en uso y, por ende, puede inducir a confusión, que es lo que la Ley no quiere.

«Si ahora se accede al cambio – explica el Supremo –, con un nombre que coincide con un apellido y no con nombre de varón, la confusión es evidente respecto de los 40 años en los que oficialmente ha tenido y tienen una imagen, que en cuanto a nombre no coincide con el coloquial. El nombre pretendido no ha alcanzado autonomía propia y se ha detenido en el ámbito familiar y coloquial». Dice que Viturro no es conocido más que como un hipocorístico sin autonomía. Según la Real Academia Española, hipocorístico, dicho de un nombre, significa que, «en forma diminutiva, abreviada o infantil, se usa como designación cariñosa, familiar o eufemística; por ejemplo: Pepe o Charo».