La Guardia Civil y la autopsia confirman la muerte de la niña Lucía por accidente

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La Guardia Civil y la autopsia han confirmado, por el momento, la muerte por accidente de la niña Lucía Vivar, que desapareció el 26 de julio en Málaga. “A día de hoy no hay nada que indique que no fue un accidente, aun así, los investigadores tienen abiertas todas las líneas de investigación para no descartar al cien por cien otras posibilidades”, confirmaron este jueves a El Confidencial fuentes oficiales del Instituto Armado.

La autopsia revela que la niña, que murió debido a un traumatismo craneoencefálico severo, tenía erosiones, hematomas leves en las piernas y manchas de grasa, como confirma este jueves el diario ‘Sur’. Lucía tampoco sufría heridas ni en las manos ni en la cara. Los investigadores sostienen que la pequeña falleció por el “traumatismo de alta energía” provocado por el tren, aunque no la arrolló.

La hora de la muerte también era clave para establecer qué pasó con la niña. Según los forenses, Lucía perdió la vida entre las 5:00 y 7:00 horas, a 4,2 kilómetros de la estación de Pizarra, donde se le perdió el rastro. El maquinista del tren de Cercanías Málaga-Álora observó alrededor de las 6:45 «un bulto” en la vía. El informe del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses del Departamento de Sevilla destacó que la pequeña no presentaba signos de agresión sexual ni había ADN masculino en el cuerpo de la menor.

Un portavoz de la AUGC (Asociación Unificada de la Guardia Civil) consultado por El Confidencial expone sus dudas sobre la falta de heridas de Lucía en la mano. “Tuvo que caerse muchas veces por el tipo de terreno y al poner repetidas veces las manos entre piedras se tenía que haber afectado alguna uña”, indicaron fuentes de la AUGC.