Maximizar la seguridad al volante es una prioridad tanto para los organismos públicos como para los fabricantes de coches. Los sistemas de llamada automática de emergencia son un buen ejemplo. Ante un accidente de tráfico, envían información a los servicios de emergencias y facilitan la comunicación con el interior del coche para conocer el estado de los ocupantes. El Parlamento Europeo calcula que estos dispositivos podrían salvar unas 2.500 vidas cada año
Ya se puede conocer el estado del coche y concertar una cita con el taller a través del teléfono móvil. El propio vehículo se encarga de enviar información sobre su estado a un centro de datos de manera regular. El conductor puede consultarla cómodamente en su Smartphone o en una página web y gestionar desde allí el mantenimiento del coche.
Delimitar las zonas de las cuales el vehículo no debe salir también es posible. Si el coche abandona los límites establecidos de distancia o incluso excede una velocidad determinada, el conductor recibe un aviso.
Controlar con el smartphone otros elementos como el cierre de puertas, las luces, la temperatura o el estado de carga en caso de eléctricos e híbridos son solo algunos ejemplos más de lo que permiten hacer hoy los avances tecnológicos con un coche y un teléfono móvil.
