El Instituto Nacional de Ciberseguridad, INCIBE, explica cómo detectar las noticias falsas

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La desinformación, en forma de bulos y noticias falsas, ha existido desde siempre, pero con la aparición de Internet y el avance de las nuevas tecnologías de la comunicación, su capacidad para llegar e influenciar a los usuarios ha crecido exponencialmente. En este artículo aprenderemos a identificar las fake news a partir de varios ejemplos para que seamos capaces de identificarlas, denunciarlas y no dejarnos manipular por ellas.

Si leemos el periódico o la prensa digital, es probable que nos hayamos encontrado con el término conocido como fake news. Este concepto, que traducido quiere decir noticias falsas, hace referencia a la información falseada y creada con la intención de desinformar, confundir y/o manipular a los usuarios. El objetivo es simple: difundir informaciones falsas o parcialmente ciertas a través de todos los canales posibles (prensa, radio, televisión, redes sociales, chats, blogs, etc.) para influenciar a la población.

Con la aparición de las redes sociales y otras aplicaciones de mensajería instantánea, que facilitan la comunicación y el intercambio de mensajes, la expansión de este tipo de publicaciones ha crecido mucho en los últimos años. Su impacto es tal, que ha llegado a influir en la opinión de los ciudadanos sobre temas sanitarios.

¿Por qué ocurre esto? Las fake news nos llaman la atención porque se centran en alterar la verdad y destacar aspectos ideológicos, morbosos o historias protagonizadas por personajes o instituciones públicas relacionadas con hechos controvertidos o sorprendentes. Su contenido polémico provoca la indignación o el interés de la sociedad en general, que provoca que los usuarios suban sus propias historias, reacciones e interactúen con los contenidos compartidos y producidos, tanto por medios de información como por otros usuarios.

Precisamente, gran parte de la viralización de estos contenidos se debe a la personalización que hacen las redes, basándose en nuestras interacciones, gustos y cuentas a las que seguimos. Además, la publicidad que recibimos también está basada en estas interacciones, así como nuestra actividad online en general. Por ello, cuando alimentamos esta viralización estamos también exponiéndonos aún más a la desinformación.

Para identificarlas lo único que hay que hacer es leerla detenidamente y seguir los siguientes pasos:

  1. Analizar el medio que ha publicado la noticia y la fuente de información, y contrastarla mediante una búsqueda en Internet.
  2. Revisar la URL para descartar la suplantación de un medio con buena
    reputación.
  3. No dejarse llevar por los titulares polémicos y leer entera la noticia.
  4. Localizar la fuente y comprobar su fiabilidad.
  5. Comprobar el formato y buscar errores de traducción, ortográficos o
    imágenes de mala calidad.
  6. Analizar las imágenes pues suelen apoyarse en imágenes y vídeos
    manipulados