«En las agresiones a médicos, es mejor la comunicación que la autodefensa»

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Javier Galván, comisario e interlocutor policial sanitario a nivel nacional, lleva poco más de un año trabajando para evitar que los profesionales sanitarios resulten agredidos en su día a día. Para ello, desde la Policía Nacional han puesto en marcha numerosas medidas con el objetivo de que los profesionales dispongan de los recursos suficientes para poder evitar y afrontar este tipo de situaciones.

¿Todas las medidas que están aplicando para evitar las agresiones a los sanitarios están destinadas a la prevención?

La Policía Nacional quiere dar una respuesta rápida, ágil y útil a esa necesidad desde un punto de vista preventivo y desde otro punto de vista reactivo. Las jornadas de trabajo que se están realizando por el equipo del interlocutor Policía Nacional Sanitario que dirijo y con los más de 54 interlocutores territoriales en todas las provincias, en todos los centros sanitarios, no solo en hospitales son de carácter preventivo.

Todo esto se hace con una planificación de la actividad, vamos a decir, preventiva y docente llevada a cabo por expertos de la Policía, con conocimientos y titulación en Psicología y en Grado Social. A la vez tenemos la participación en el desarrollo de ese contenido que se ha dirigido de manera única a todos los interlocutores de la Policía Nacional con participación del gabinete Psicopedagógico de la Policía, de nuestra división de formación y del equipo negociador nacional, es decir, expertos en situaciones de crisis, que tienen tanto su participación en crisis tanto nacionales como internacionales. Todo esto se incluye en una unidad de acción, en un documento que hemos elaborado aquí, en el equipo Nacional, y damos un único contenido y unitario, y está dando resultado.

Por su parte, AlterCops va a ser una medida reactiva, es decir, cuando sucede el hecho o puede suceder el hecho, en ese instante la Policía Nacional va a tener conocimiento con una simple pulsación del teléfono móvil del profesional.

Javier Galván explica las principales actuaciones de su unidad.

¿Qué información reciben sanitarios en las jornadas de trabajo? ¿Hay algún tipo de clases de autodefensa?

Las instrucciones comenzaron en octubre del año 2017 y desde entonces hay más de un centenar realizadas en España. Están confeccionadas profesionales en seguridad de la Policía Nacional, entre los que yo me encuentro. Además, ha habido más de 1300 reuniones a fecha de hoy con asociaciones, gerencias, profesionales, colegios oficiales, de todo tipo de sanitarios profesionales. Es decir, la actuación preventiva ha sido muy numerosa y está dando su resultado.

No hay clases de autodefensaporque creemos que la violencia llama a la violencia en una situación de crisis, y para una persona que no está habituada puede dificultar más la gestión de la situación. Por ello, hemos enfocado esas jornadas preventivas a la comunicación y a la disminución de la amenaza de la agresión de manera verbal y conductual, pero en ningún caso le damos clases de autodefensa personal, es decir, física, a los profesionales de la salud.

¿Cuál es la agresión más común a la que se enfrentan los sanitarios en su día a día?

Hay que distinguir entre situaciones delictivas y situaciones incívicas. El mayor número de agresiones que reciben los profesionales de la salud son fruto de comportamientos incívicos. Sin embargo, hay otra parte que es la agresión delictiva, la tipificada en el código penal español y que conlleva, por tanto, la actuación no solo de la Policía, sino un procedimiento judicial y son las coacciones, las amenazas. Afortunadamente las agresiones físicas, que lamentablemente en alguna ocasión ha llevado a que algún profesional haya sido asesinado o haya tenido lesiones físicasimportantes, son las que menos.

¿Los agresores, en el caso de las agresiones físicas, suelen utilizar algún tipo de arma o se valen de su propia fuerza física?

En la mayoría de los casos los agrerores son los familiares o amigos de los pacientes. Suelen utilizar su fuerza física y atacan con lo primero que tienen en mano y, valga la redundancia, son sus propias manos.

En estas jornadas incidimos en muchas conductas verbales y conductuales que los profesionales sanitarios pueden llevar a cabo para disminuir ese comportamiento agresivo. No solo el rodearse de más profesionales de la salud, en su caso, sino con su propia actuación disminuir el grado de agresividad.

¿Considera necesario que los sanitarios en algunos centros más conflictivos puedan ir armados?

No. España es un país seguro, las armas son para utilizarlas y nosotros no creemos que en la utilización de las armas salvo en los casos que nuestra legislación prevé. Consideramos que mientras menos armas haya en la ciudadanía más segura será la sociedad española. Por eso incidimos en otra serie de actuaciones preventivas que están dando su resultado, por ejemplo, la figura del director de seguridad en el nivel que se comprometa, a nivel que sea necesario, es decir, de gerencia, de comunidad autónoma… Por ejemplo, el director de seguridad corporativa de la Consejería de Sanidad de Madrid ha sido un refuerzo y un ejemplo a seguir por otras comunidades autónomas, y está dando su resultado.

Estamos rompiendo esa negatividad a la denuncia por parte de los sanitarios agredidos, a la denuncia policial-judicial. Le anticipo que va a haber más casos recogidos en la estadística de Policía Nacional, más agresiones que el año pasado. Esto no se debe a que se ha reestructurado nuestro sistema estadístico para recoger específicamente aquellos delitos de los que son víctimas los sanitarios, sino que además con estas jornadas de concienciación y prevención hemos conseguido romper ese miedo a denunciar y eso es importantísimo porque nos va a dar una visión real del problema. Ahora no tenemos una visión real del problema. ¿Sabemos qué hay? Por supuesto, nadie lo niega, pero no tenemos la visión real.

El comisario Galván anima a todos los sanitarios a denunciar cualquier agresión que sufran.

¿Cree que se podría crear un Observatorio Nacional ante las agresiones?

Las Consejerías de Sanidad tienen sus secciones o llamémosle su infraestructura de riesgos laboralesque recogen en una base de datos todo tipo de agresiones, pero lo más importante para la Policía Nacional es que esas agresiones se denuncien donde se tienen que denunciar, que es ante un juez, que se pongan en conocimiento de los jueces.

¿En las jornadas animan a los sanitarios a denunciar?

Sí, sí, por supuesto. Y todo ello en colaboración tanto con las gerencias, con los Colegios oficiales, y con la OMC tenemos una unidad de acción en este aspecto. Además ellos establecen una serie de recursos para sus colegiados o para sus profesionales en cuanto a acompañamiento, en cuanto a la formulación de la denuncia por parte de sus gabinetes jurídicos, los seguros que han establecido, etc.

¿En qué zonas se producen más agresiones? ¿Hay alguna específica?

Las agresiones se producen donde hay más población. Sin embargo, por ejemplo en Madrid no hay tanta agresión como en comparación con la densidad poblacional de otras regiones. Nos encontramos con que enGalicia hay un número elevado pero no exagerado. Sabemos también que en una zona de Andalucía las agresiones son más habituales, pero no solo contra los sanitarios. Pero no es un número elevado para el número de consultas o el número de pacientes que pasan por consultas o por hospitales.

¿Considera que se pueden aplicar determinadas medidas especiales en estas zonas?

Lo que primero hacemos o que queremos hacer es un estudio de la zona y de por qué se producen esas agresiones. Para ello es importante saber y tener en cuenta, y está publicado en fuentes abiertas, el estudio 2017 de agresiones a sanitarios de la OMC, donde se establece una serie de causas que evidentemente se priorizan en cuanto a las causas, en cuanto al por qué de esas agresiones.


Galicia es una de las zonas que más agresiones registra

¿En qué cree que falla el sistema para que se produzcan estas agresiones?

Primero, el sistema sanitario debe ser evaluado y debe ser objeto de estudio en cuanto a esta materia por parte de todos los actuales que operan en la Administración Sanitaria. Son ellos los que deben hacer un primer juicio de valor sobre lo que sucede en este ámbito. En segundo lugar, podemos hacer un estudio acerca de las causas por las que se ha producido violencia pero que han sido denunciadas ante la Policía.

¿Y en cuanto a qué falla? No creo que falle, creo que esta medida, esta instrucción de Secretaría de Estado que puso en juego a la Policía Nacional en marcha, que previamente hubo otras medidas, como la introducción en el código penal como agentes de la autoridad al personal profesional sanitario en ámbito público, son medidas que van a tener su resultado. Y después, qué mejor que asesoren en la Policía Nacional a todos estos profesionales y a toda la estructura sanitaria para que se consigan, pero la sociedad es la que es.

¿Podrían disponer los centros de salud de seguridad privada para evitar este tipo de agresiones?

Una de las piezas claves es la implantación del director de seguridad en la Administración Sanitaria. Si tiene que estar en un hospital que tiene una conflictividad alta, que lo esté. Si no la tiene, que lo esté a nivel territorial de gerencia. Si no la hay a nivel de gerencia, que lo haya en la comunidad autónoma, pero tiene que haber un interlocutor que hable de seguridad en el mismo lenguaje con la Policía Nacional.

En este año y medio que conozco cómo funcionan los pocos centros sanitarios o las gerencias territoriales o las comunidades autónomas que tienen director de seguridad en el ámbito sanitario, el resultado es altamente positivo desde un punto de vista exponencial. Pero es el director de seguridad de acuerdo a la ley de seguridad privada 5/2014 donde se establece los requisitos y las condiciones que debe tener el director de seguridad.

¿El director de seguridad es el que decide si aumenta la seguridad del hospital?

El director de seguridad tiene que hacer un plan de seguridad de la instalación, de la territorialidad y eso conlleva el establecer una serie de medidas que evidentemente tiene que hablar con su responsable sanitario y evidentemente lo pone delante de la mesa, pero es que además es un interlocutor idóneo. Siempre lo digo,  si tengo que hablar de Medicina no soy un interlocutor idóneo. En cambio si hablo de seguridad quiero a una persona que hable con mi lenguaje.

Javier Galván asegura que los sanitarios van acompañados de agentes durante determinadas intervenciones.

¿En determinadas zonas de riesgo o durante las actuaciones nocturnas puede ir acompañado de seguridad si es necesario?

Es una habitualidad permanente, si me permite esa doble expresión. Las relaciones entre los servicios de emergencia sanitarios y los radio patrulla de la Policía Nacional es envidiable, es excelente, es un trato prioritario, no solo para nosotros sino para ellos. Eso se lleva haciendo y funcionando muchos años.

¿Cree que hay tolerancia en la sociedad ante este tipo de agresiones?

Considero que eso es excesivo decir que hay tolerancia. Hay que tener primero confianza en el proyecto que hemos iniciado tanto con elMinisterio del Interior como el Ministerio Sanidad y los Colegios Oficiales, que son los promotores de esta medida. Hay intentar que la sociedad visualice el trabajo mutuo, concreto de tanto los sanitarios y la Policía Nacional en este ámbito y que tengan confianza. Con la concienciación, la prevención que se está dando y nuestra actuación coordinada con los profesionales el proyecto va a dar su fruto.

¿Sufren más agresiones las mujeres que los hombres en el ámbito sanitario en concreto? ¿Lo sabe?

Sí, pero no hay una desproporción, o sea, no hay un desequilibrio muy pronunciado. La mayoría de las agresiones se produce en el horario diurno y en consultas, no se produce en Urgencias y por la noche. Sorprende que los horarios están entre las 12:00 y las 14:00 de la tarde y a lo mejor hay un pico a las 17:00, 18:00 de la tarde, pero no es por la noche ni en Urgencias.

¿A qué se debe?

Son consultas. Antes hemos hablado de que los primeros que deben evaluar por qué se producen este tipo de agresiones en su ámbito competencial es la propia Administración Sanitaria.


No existe una gran diferencia entre el número de agresiones que sufren los hombres y las mujeres

¿El sanitario de la privada podría considerarse como autoridad pública contra las agresiones?

Hay una tendencia a considerarle como autoridad. La legislación es la legislación, y la legislación habla de funcionario público. Yo no soy quién, no es mi competencia, para eso está el poder legislativo y después el poder judicial para poder aclarar ese asunto. Sin embargo, todavía no he visto ninguna sentencia pero creo que hay jurisprudencia que consideran al médico que ejerce en el ámbito privado como agente a la autoridad.

Lleva un año y medio en el cargo, ¿dónde se ha encontrado el mayor desafío para paralizar las agresiones?

¿El mayor desafío? Conocer a la Administración Sanitaria, en el buen sentido. Existen muchos actores, hay una distribución competencial a nivel autonómico y nos encontramos, evidentemente, numerosos interlocutores con los que tenemos que hablar y ponernos de acuerdo. Creo que el conjugar la Administración Sanitaria con la Policía Nacional es un reto y lo estamos consiguiendo, estamos consiguiendo ponernos de acuerdo.

¿Y es difícil esto hacerlo con todas las 17 autonomías? Lo pregunto desde el punto de vista de la descentralización estatal.

Sí, en el ámbito de descentralización evidentemente existen comunidades autónomas que tienen derivadas las competencias en sanidad, educación, seguridad para nosotros eso no es nuevo, es decir, en el ámbito de la seguridad también lo tenemos, y no, simplemente el interlocutor territorial en esas comunidades autónomas tiene que exponer el producto que se ha implantado con esta medida.

Por último, la disposición de las consultas es importante para que el sanitario pueda salir en caso de una agresión física difícil. ¿Ha escuchado por parte de las Consejerías algún tipo de inversión para cambiar la distribución de las mismas?

No, lo desconozco. No sé si se va a llevar acabo, si se está planteando, si no. Lo que sí es importante es que tenemos que jugar con lo que tenemos porque aunque se quiere implantar eso el mes que viene, queda un mes, y nosotros tenemos que decirle a nuestros sanitarios cómo tienen que disminuir la agresividad de una persona ante ellas.

Texto:redaccionmediaca.com