Detenido por la desaparición de Manuela Chavero un vecino de Monasterio, que habría confesado ya su implicación en los hechos

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El jueves por la tarde, los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) detuvieron a Eugenio, un vecino de 28 años que vive a cuatro puertas de la casa de la víctima en Monesterio, Badajoz, acusado de su desaparición. El hombre que continua en dependencias de la Guardia Civil confesó ser el autor de la muerte de la mujer, contó que había sido “un accidente” y se prestó a colaborar con los investigadores para indicarles donde la enterró.

La noche en la que desapareció Manuela Chavero, de 42 años, sus dos hijos se encontraban con su expareja. La mujer se fue de casa sin dejar rastro. Salió de forma precipitada, se dejó las luces encendidas y la televisión sin apagar. La investigación ha sido especialmente compleja. No había testigos y si un largo número de sospechosos que con el tiempo se fueron descartando uno a uno.

Eugenio fue interrogado en su momento tras la desaparición. En ese momento contó que había estado en la playa ese día como coartada para los investigadores. Ahora ha empezado a colaborar. En ese momento tenía 24 años y trabajaba como ahora en el campo en terrenos familiares. En una de esas fincas a seis kilómetros de Monesterio es donde enterró el cuerpo de la mujer, según han indicado fuentes al corriente de la investigación.

Hace unas semanas la familia de Manuela Chavero recibió una carta anónima señalando al vecino como el responsable de la desaparición de la mujer. En ese momento la UCO ya tenía a Eugenio en el punto de mira y el 25 de agosto se trasladaron nuevamente a Monasterio para realizar un nuevo registro y mediciones en la casa de la víctima. Unas diligencias que fueron ampliamente difundidas por los medios de comunicación y que obligatoriamente tuvo que presenciar el sospechoso, que nunca dejó de vivir en la casa familiar, a solo tres inmuebles del de Manuela.