La idea de esta criptomoneda es atribuida al ex presidente de PayPal David Marcus, que se unió a Facebook en 2014 para desarrollar su división de Messenger. En 2018 Marcus formó un equipo dentro de la empresa propietaria de la red social para explorar la posibilidad de utilizar la cadena de bloques, que es el sustrato de Bitcoin y las otras denominadas criptomonedas. La idea es una unidad de cuenta que se utilice para transferir dinero entre particulares y pueda ser utilizada para adquisiciones de bienes y servicios online. Mientras que PayPal utiliza los sistemas de pagos existentes en los que se paga con moneda de curso legal, el intento de Libra es crear una red de pagos propia en la que circula su criptomoneda.
En grandes cifras los usuarios mensuales de Facebook son 10 veces más que los que utilizan anualmente PayPal para efectuar sus pagos, lo que constituía un atractivo de primer orden para que una empresa como ésta se uniera a la Asociación Libra. Sin embargo la presión de los reguladores y los gobiernos en Estados Unidos y Europa hace suponer que se va a estrechar la vigilancia sobre las empresas de medios de pagos que formen parte del consorcio promotor de la criptomoneda, hasta niveles que las empresas de medios de pago consideran incómodos, cuando no perniciosos para sus intereses. PayPal ya ha sufrido este tipo de presión.
En 2015 llegó a un acuerdo para pagar una sanción de 7,7 millones de dólares para zanjar una denuncia del Gobierno por haber canalizado pagos a personas y organizaciones en la lista negra. En 2017 la empresa hizo público que había recibido citaciones de la Secretaría de Justicia por su programa de cumplimiento de las normas contra el blanqueo de capitales. Fuentes próximas a algunos de los miembros de la Asociación Libra señalan que ésta debería haber iniciado sus conversaciones de constitución encarando en primer lugar los problemas de cumplimiento de las normas contra el blanqueo de capitales y financiación del terrorismo antes que el asunto de una carta orgánica de funcionamiento genérico y el compromiso de un aporte de capital. Eso es por lo tanto algo que está aun por ser resuelto.
PayPal es un mecanismo de pago bajo la forma actual de las plataformas de Facebook. La posibilidad de desarrollar estas sinergias ha sido un importante impulsor de los acuerdos entre ambas empresas. “Creemos que nuestros más de 20 años de experiencia en plataformas de pagos pueden no solo contribuir a dar valor a la Asociación Libra, sino que además brindan la posibilidad de trabajar con, y aprender de, otras organizaciones líderes”, dejó escrito en el blog de la empresa el consejero delegado de PayPal, Dan Schulman. Desde entonces hasta ahora el post del blog ha desaparecido.
Desde el anuncio en junio del proyecto de Libra los legisladores y reguladores en Europa y Estados Unidos han mantenido un debate público sobre los riesgos del proyecto. Obviamente este es un debate que no existiría si la plataforma de esa red social no tuviera un volumen tan grande. Sus dimensiones hacen que la capacidad de distribución y transacciones hechas sobre una criptomoneda sean directamente incontrolables por las autoridades monetarias nacionales. Esto sin contar con el riesgo sistémico que puede suponer la existencia de Libra si se adopta de forma masiva como un medio de pago.