Le obligan a seguir pagando una pensión a su hija de 24 años por sus buenas notas

En cuanto a su falta de ingresos, la Sala considera que el contrato de un detective privado deja entrever que sus ingresos reales deben superar las cifras declaradas.

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Un padre tendra que pagar una pensión alimenticia a su hija porque, a pesar de que esta ha cumplido ya los 24 años, ha cursado estudios universitarios «con resultados óptimos» y se encuentra buscando empleo. Así lo recoge una sentencia de la Audiencia Provincial de Murcia.

El fallo desestima el recurso que el afectado presentó contra la dictada por un juzgado de Primera Instancia de Molina de Segura, que rechazó su demanda y confirmó el mantenimiento del pago de la pensión y la atribución de la vivienda familiar a su exesposa. En la apelación, el recurrente pidió que se suprimiera la pensión alimenticia o que se redujera al mínimo vital alegando la precariedad económica en que se encuentra el progenitor y la falta de aprovechamiento de la hija en sus estudios.

Sin embargo, el tribunal comenta que «las alegaciones vertidas por la parte recurrente, afirmando una conducta de dejadez y falta de interés de la hija en sus estudios, resultan totalmente gratuitas y, por tanto, ineficaces para considerar de aplicación la causa de extinción de la pensión». Así, añade que está acreditado que completó sus estudios universitarios «con el debido aprovechamiento y óptimo resultado».

En cuanto a su falta de ingresos, la Sala considera que el contrato de un detective privado deja entrever que sus ingresos reales deben superar las cifras declaradas.