Un grupo científico de Rusia consiguió descubrir la composición química del combustible elaborado a partir de algas unicelulares, a través de un estudio publicado en la revista especializada European Journal of Mass Spectrometry.
“Nuestra futura labor debe centrarse en el uso de algas con el contenido máximo de grasas, así como en la creación de tales especies de algas a través de modificaciones genéticas. De este modo, podremos escoger la materia prima más eficaz para la futura producción de biocombustible”, comentó uno de los responsables de esta investigación, Evgueni Nikolaev.
Realmente, son las algas marinas y de aguas dulces los reales pulmones de la tierra más no los árboles, ya que únicamente no crean oxígeno sino también convierten el dióxido de carbono y la energía solar en glucosa y otros elementos comestibles. De hecho obtienen más masa velozmente que otros organismos fotosintéticos, de forma que se logra convertir en una suplencia perfecta para diversos ejemplos de combustible.
Según los científicos rusos, el biocombustible de algas se desarrolla mediante el calentamiento del plancton unicelular hasta los 300 Cº y después su proceso de prensado, el cual copia el proceso de aparición de crudo en el interior de la tierra. De este modo los científicos se determinaron en remojar las algas en los vapores de agua pesada y los álcalis para analizar la contextura del combustible para así hacer mejor sus características.
